Las niñas y niños entre los tres y cinco años son estimulados a través de la experiencia directa y sensorial con su entorno para la generación de aprendizajes.

Este aprendizaje se expresa de diversas maneras, estimulando los sentidos para incentivar su curiosidad que les permita generar conocimiento.

Es el periodo del descubrir el mundo, de descubrir como su cuerpo se desarrolla. Por eso es fundamental estimular la autonomía y la toma de conciencia. Además, se estimula el reconocimiento de su cuerpo y el control de sus movimientos a través de actividades motorias de coordinación.

Creciendo hacia la realización.

En el nivel Primario se fortalecen las actividades y los procesos que nacen en la educación inicial a través del desarrollo de la competencia lectora, del hábito de la lectura, de la elaboración de textos y el enriquecimiento del vocabulario, así como la capacidad de realizar mapas y resúmenes de contenidos.

En esta fase de la educación básica regular los estudiantes experimentan cambios corporales propios de la pubertad y de la adolescencia. Se asumen nuevos retos y responsabilidades porque los cursos son más complejos y de mayor aprofundimiento.

Por esto es importante el rol del los enseñantes, quienes acompañan a los chicos y chicas en el desarrollo de competencias para la formulación de hipótesis, de argumentos estructurados individuando temas centrales y subtemas.